En todo este tiempo, estuve pensando, para autoconsolarme tal vez, que los blogs ya no son tan leídos como antes, que fueron desplazados por Instagram y Facebook, que cuanto menos se diga y mas se muestre, mejor.
No me convenció mi argumento y a pesar de que mi vida cambió mucho desde el último post, me di cuenta que extrañaba enormemente escribir. Antes ( aún antes de internet) era una necesidad para mí, gastaba cuadernos y lapiceras escribiendo todo lo que me pasaba por la cabeza y sobre las experiencias de la vida.
Por eso vuelvo hoy. Aprovechando un desvelo de Juani, ya me quedé despierta y mientras todos se durmieron otra vez, yo me deslicé en puntas de pie, con mi mate y la compu para disfrutar de esta hora del día, de este espacio en el tiempo que se hace a veces en la vida de una mamá, cuando puede hacer algo que le gusta, algo para ella misma, como si tuviese 18 años otra vez.
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